Alianzas peligrosas
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Benito Mussolini (izq) Adolfo Hitler (der) |
Desde la década de 1920, Hitler tenía gran admiración al dictador italiano Benito Mussolini, tanto personal como políticamente, y que consideraba la Italia fascista un aliado natural para el Reich alemán. En un primer momento, sin embargo, Mussolini era hostil al régimen nazi. No tenía ninguna simpatía por las teorías raciales nazis y desconfiaba de las intenciones expansionistas de Hitler, especialmente con respecto a Austria y Tirol del Sur, que había pertenecido a Italia desde 1919. Hasta 1935, Mussolini protestado en repetidas ocasiones tanto el rearme alemán y agresiva política exterior del país, y rechazado todos los intentos de Hitler de acercamiento diplomático. La relación germano-italiana cambió por primera vez con el ataque italiano en Abisinia en octubre de 1935, después de lo cual la Sociedad de las Naciones impuso sanciones económicas a Italia y aisló al país diplomáticamente. Al permanecer neutral en este asunto, Hitler aseguró el agradecimiento de Mussolini y sentó las bases para la posterior "Eje Berlín-Roma." Su intervención común en nombre de Franco en la Guerra Civil española puso el sello final sobre la decisión de Mussolini aliarse con Hitler en contra de las potencias occidentales. En 1937, Italia abandonó la Sociedad de Naciones y se unió a la alemana-japonesa "Pacto Anti-Komintern." El acercamiento germano-italiano alcanzó su punto culminante con la firma del "Pacto de Acero" , el 22 de mayo de 1939, en la que ambas partes se comprometieron a acciones militares mutua y el apoyo económico en caso de una guerra de agresión. Al principio de ésta alianza quizás se pueda aceptar desde la concepción del proteccionismo que encaraban hacia otras potencias crecientes también y con el mismo interés imperialistas, sin embargo el tiempo develó cuan obscuras eran sus intenciones. En la actualidad existen también alianzas que tienden a ser también peligrosas, arropadas con un manto de legalidad, sin embargo sus obscuras sociedades delictivas inciden notoriamente hacia un juicio de manera negativa sobre sus verdaderas intenciones, instalan el miedo, las amenazas, la acusaciones, los escándalos sexuales para debilitar a sus adversarios, no obstante, está visto, que no perduran, por que más temprano que tarde el sustento de su gobierno -que es la mentira- terminan acabando con la paciencia del pueblo.
Edgar Zacarías Ynsfrán Tescari
Galería de fotos
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Supuesto cadáver del dictador alemán Adolfo Hitler totalmente calcinado a petición suya.
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Cadaver del dictador italiano Benito Mussolini, ahorcado luego por una orda.
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Benito Mussolini ahorcado por una orda de anti fascistas. |
fuente:http://germanhistorydocs.ghi-dc.org/sub_image.cfm?image_id=1987
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